viernes, 16 de abril de 2010
LA SINASTRIA Y RELACIONES DE PAREJA
COMO CADA DÍA ME LLEGA INFORMACIÓN DE INTERNET DE ESTOS TEMAS Y ME GUSTA COMPARTIRLO CON MIS LECTORES ESPERO LES GUSTE.
EL matrimonio o relación de pareja no es solo una atracción física, sino una unión de mentes y almas. Y como muy bien expresa Khalil Gibran:
"Que haya espacios en vuestra comunión,
Y que los vientos del cielo dancen entre vosotros.
Amaos uno al otro, pero no hagáis del amor una traba:
Llenaos las copas el uno al otro, pero no bebáis en una sola copa.
Bailad y cantad juntos y sed alegres;
pero permitid que cada uno pueda estar solo,
al igual que las cuerdas del laúd están separadas
y, no obstante, vibran con la misma armonía".
"Es absolutamente primordial analizar la Carta Natal de cada individuo, ya que ésta nos va a indicar si la persona se relaciona con facilidad, o por el contrario tiene serios problemas. Si el individuo no ha hecho consciente y solucionado esos conflictos, los arrastrará de relación en relación y no encontrará ninguna pareja satisfactoria por muy buena sinastría que tenga con otra persona.
El matrimonio o relación de pareja debe tener, además de ese primer enamoramiento, una compatibilidad de caracteres, armonía e intereses y gustos semejantes para que la relación dure y fructifique.
Cada planeta y casa tendrá mayor o menor significado, dependiendo del tipo de relación que estemos analizando: en una relación de trabajo, Mercurio y Saturno serán particularmente importantes; en relaciones afectivas Venus, Marte, el Sol, la Luna y la casa V describirán la interrelación de las energías y sentimientos de ambos individuos. El estudio de la carta natal de una persona nos debe ayudar a comprender su carácter y forma de actuar; y desde luego, no debemos caer en la tentación de querer cambiar o manipular a la otra persona, ya que solo se puede cambiar uno mismo e intentar evolucionar juntos.
En el ámbito psicológico poseemos un importante mecanismo, que todos utilizamos, y es el de la "proyección". Cuando una persona proyecta una cualidad inconsciente en otra persona, reacciona como si realmente perteneciese al otro, y no se le ocurre adentrarse en su propia psique y buscar la causa de ello.
Esta proyección ocurre muy frecuentemente con planetas en casa VII y con las oposiciones. Generalmente es tarea de toda una vida, el reconocer nuestras cualidades inconscientes, (que consideramos como defectos o rasgos de carácter que han sido reprimidos en la infancia) aceptarlas y hacerlas conscientes. Solo así, podremos percibir la verdadera identidad de otra persona y no abandonar una relación cada vez que surjan problemas, ya que nos encontraremos con el mismo tipo de trabas en la siguiente relación.
Antes de hacer un estudio comparativo de las dos cartas, tendremos que analizar la carta natal de cada individuo, y considerar sus necesidades, deseos e inclinaciones, así como los patrones básicos de energía con los que funciona.
Todas las personas poseemos los 4 elementos o funciones psicológicas (intuición, sensación, pensamiento y sentimiento), pero casi siempre existe énfasis en uno o dos elementos: Por ejemplo aire-fuego que describe a un pensador intuitivo; aire-tierra que se refiere a un pensador empírico; fuego-agua que representa al emocional intuitivo y tierra-agua que caracteriza al emocional sensorial.
Cuando predominan 2 elementos que representan funciones opuestas, como aire-agua o fuego-tierra, se produce en el individuo una gran tensión y generalmente se expresa conscientemente la función dominante, y la otra función queda relegada al inconsciente, hasta que se produce una crisis que nos obligará a integrar los dos elementos y funciones psicológicas.
Cuando en una carta natal falta un elemento o es muy débil, la función que simboliza será muy escasa, pero el individuo se las arreglará para evitar el problema durante mucho tiempo, o incluso considerará que no tiene ningún problema por carecer de ese elemento.
Inconscientemente todos nos sentimos atraídos por lo que nos falta, sobre todo por las energías opuestas, ya que éste tipo de relaciones nos proporcionan la oportunidad del desarrollo de una mayor integración y plenitud.
A continuación tendremos que analizar la capacidad del individuo para relacionarse con los demás, es decir, la casa VII; aspectos con el Sol (en el caso de las mujeres) y la Luna (especialmente en los hombres); el signo y los aspectos de Venus (lo que el individuo busca en una relación).
Para analizar las necesidades y orientaciones emocionales y sexuales, debemos considerar a Marte, Venus y la Luna (sus signos y aspectos).
Después estudiaremos las casas VII, I, VIII, V, XI, y la casa donde se encuentre el Sol.
Por último examinaremos los tránsitos y progresiones que impliquen nuevas oportunidades en el campo de las relaciones.
Al hacer el estudio comparativo de dos cartas natales, consideraremos primero los aspectos más exactos (de menos de 4º de orbe) y sobre todo si son conjunciones.
Después veremos los aspectos más amplios y si estos son armónicos o conflictivos, sobre todo entre Sol, Luna, Mercurio y entre Venus-Venus, Marte-Marte, Venus-Luna y Venus-Sol, ya que estos aspectos nos revelarán el tipo de energías que se mezclan en una relación.
Cualquier aspecto casi exacto que implique a un planeta personal, ascendente o descendente será de máxima importancia.
Cualquier conjunción al ascendente de la otra persona, descendente o regente de la casa I o VII, será muy importante, indicando el matiz de la relación a largo plazo.
La casa mas activada y las casas donde están situados el Sol, Luna, Ascendente o sus regentes serán particularmente importantes.
Cualquier aspecto que estuviera implicado dos veces será indicativo de un gran intercambio de energía. Por ejemplo, la Luna de un individuo en conjunción a Júpiter del otro, y la Luna del segundo en trígono a Júpiter del primero.
En una relación de convivencia, la Luna, el signo y sus aspectos van a ser de primordial importancia, ya que indican nuestra manera de responder emocionalmente, nuestros hábitos, cambios de humor, sentido protector y el tipo de persona con la que nos sentimos cómodos y con la que nos gustaría convivir. Por ejemplo, si la Luna está en los signos de Aries, Géminis, Acuario o Sagitario, la persona necesitará libertad, independencia, cambios y viajes, y no soportará una pareja opresiva, lenta, aburrida y hogareña."
MÁS ADELANTE PONDRÉ MÁS INFORMACIÓN RELACIONADA CON ESTE TEMA DE LAS RELACIONES.
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